Día clave: si no cobran hoy, los colectiveros harán un paro por tiempo indeterminado

Vence el plazo y las empresas aún no pagaron el sueldo ni el aguinaldo. Tras varias reuniones, la UTA decidió activar una medida de fuerza desde mañana.

La crisis del transporte suma otro capítulo. Habiendo transcurrido ya varios días de julio, los choferes siguen sin cobrar el sueldo de junio y tampoco les depositaron los montos correspondientes al medio aguinaldo.

El plazo legal vence hoy –cuarto día hábil del mes–, pero el escenario está por demás complicado ya que las empresas aseguran que no cuentan con los fondos para cumplir con sus obligaciones salariales.

El titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), José Luis Sabao, dialogó ayer con República de Corrientes y contó cuál es la situación. Adelantó que, si la totalidad del dinero no es depositado hoy en las cuentas de los trabajadores, iniciarán un paro de colectivos. Esta es una decisión que tomaron luego de una reunión entre la cúpula sindical y los delegados de las diferentes empresas que prestan servicio en la ciudad. 

“Tienen tiempo hasta la medianoche del viernes, si no pagan, el paro comenzará desde el primer servicio del sábado”, dijo Sabao, en diálogo con este medio. De esta manera, la retención de servicios se haría efectiva mañana y las unidades no circularán si persiste el incumplimiento con el sueldo y el medio aguinaldo. 

“Los coches no van a salir a la calle y esto se va a sostener hasta que aparezca la plata”

JOSÉ LUIS SABAO
SECRETARIO GENERAL DE LA UTA

Desde la UTA Corrientes confirmaron también que, en caso de activar la medida de fuerza, será por tiempo indeterminado. “Los coches no van a salir a la calle y esto se va a sostener hasta que aparezca la plata”, sostuvo el referente del sindicato que nuclea a los choferes. 

Sin avances

“El martes tuvimos una reunión con los empresarios, y en esa ocasión nos comunicaron que no cuentan con los fondos para pagar el aguinaldo y tampoco el sueldo”, explicó Sabao, y contó que esto desencadenó en un diálogo permanente con los choferes para definir los pasos a seguir. Finalmente, decidieron tomar medidas de acción directa ya desde mañana si este escenario no cambia. 

Además, las empresas deben pagar este mes los sueldos con un aumento acordado entre las partes en mayo, que eleva el salario mínimo de los colectiveros a $ 1.300.000.

Este incremento es también una de las condiciones que pone el sindicato para que se pueda destrabar el conflicto y evitar la retención de servicios. 

En este contexto, aparece una posibilidad siempre latente en estos casos: una conciliación obligatoria. Esta medida, que todavía no fue anunciada, podría garantizar, al menos momentáneamente, la prestación del servicio de transporte público en la ciudad, mientras las partes continúan dialogando y buscando una solución al conflicto, que no es para nada nuevo. 

Los incumplimientos empresariales y el descontento de los trabajadores son de vieja data.

A pesar de algunos meses de tregua, los reclamos y las medidas de fuerza terminan siendo cíclicamente el pináculo de una problemática que incluye a varios otros actores. 

El eterno problema

Más allá de esta situación coyuntural, trabajadores y empresarios coinciden en que el esquema de subsidios es casi siempre el problema de fondo a resolver. Si bien es cierto que la puja por los fondos nacionales para el transporte del interior viene desde hace años, las dificultades se profundizaron durante la gestión libertaria. 

El recorte en el envío de fondos hizo que las empresas argumenten una situación de crisis grave, lo que les impide, según sus argumentos, cumplir con las obligaciones. En este sentido se presentaron algunos proyectos para rever el esquema, que otorga jugosos subsidios a las líneas que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en detrimento del sistema de transporte del interior del país. 

Más allá de las iniciativas impulsadas, la problemática parece estar hoy muy lejos de la agenda del Gobierno nacional, y los Estados provinciales y municipales son muchas veces los que terminan socorriendo para garantizar el servicio y evitar complicaciones a los choferes y, especialmente, a los miles de usuarios que diariamente se trasladan en colectivo. 

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