Provincias Unidas prepara una demostración de fuerza en Córdoba

Los seis mandatarios que integran el frente se verán el viernes en Río Cuarto. Gustavo Valdés confirmó ayer su presencia en el cónclave. 

Los gobernadores que integran el grupo Provincias Unidas ultiman detalles para lo que será una nueva muestra de unidad política y territorial. El encuentro se daría este viernes 12 en la Sociedad Rural de Río Cuarto, Córdoba, con la presencia de seis mandatarios de distintas regiones del país.

El anfitrión, Martín Llaryora (Córdoba), recibirá a Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Nacho Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Voceros cercanos adelantaron que no se descarta la incorporación de otros gobernadores. Ayer, Gustavo Valdés confirmó su presencia al encuentro en Córdoba.

El movimiento cobra especial relevancia luego del triunfo de Axel Kicillof en Buenos Aires, a quien algunos de los mandatarios ya felicitaron públicamente por la amplia diferencia obtenida frente a los candidatos de La Libertad Avanza. Ese gesto, interpretado como un mensaje político hacia la Casa Rosada, profundizó el clima de tensión con el Gobierno nacional.

El cónclave de los mandatarios se dará además en medio de la convocatoria al diálogo de parte del gobierno de Milei con las Provincias. 

Cuando habían pasado pocos minutos del anuncio de convocar a los gobernadores realizado por el vocero Manuel Adorni, uno de ellos, de fuerte predicamento en Provincias Unidas, Maximiliano Pullaro, redobló la apuesta: “La gente viene hablando fuerte y claro. El Gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que dejar atrás el pasado, lleno de fracasos y frustraciones. Enfrentar ya los graves problemas del presente, porque en las casas de nuestra gente todo apremia”, publicó en la red social X.

Pullaro mantiene con la Casa Rosada una relación de tensión. Mantiene una buena relación con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la gestión de la crisis de seguridad y la lucha contra el narco en Rosario, pero disputa con el ala económica por fondos adeudados y soporta una persistente y agresiva campaña en redes.

Es el común denominador que tiene con otros mandatarios, que también batallan con el Ejecutivo por recursos que, dicen, les retienen para cumplir con sus obligaciones presupuestarias. “Nos cagaron con los recursos durante un año y medio y ahora, que tuvieron una paliza en la provincia de Buenos Aires, quieren que les pongamos el hombro”, se lamentaba anoche uno de los gobernadores que habló en estricto off the record.

La mesa política -encabezada por el presidente Javier Milei y su hermana Karina, más Guillermo Francos y Santiago Caputo- llega también en un momento político inoportuno. Es que cada uno de los jefes provinciales está en el medio de la campaña para el 26 de octubre. En cada distrito, salvo excepciones, el oficialismo provincial debe enfrentar el desafío de listas libertarias que muestran más agresividad que los candidatos del peronismo.

Es parte de la estrategia electoral que diseñaron Eduardo Lule Menem y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de competir con listas violetas puras. Salvo una victoria puntual en Salta capital, en el resto del país, esa propuesta terminó peor que mal. En Corrientes, por ejemplo, hace dos domingos, los libertarios tuvieron menos de 10 % de los votos y quedaron cuartos, mientras que la alianza liderada por Valdés se consagró con un contundente triunfo.

La victoria de Kicillof puso a los gobernadores como un actor clave para estabilizar la política, después del fuerte cimbronazo que sufrió el oficialismo nacional. Pero la mayoría de los mandatarios provinciales toman distancia del peronismo bonaerense. No quieren ser arrastrados o sometidos a la interna salvaje en la que se meterá, de manera inevitable, el Partido Justicialista.

Ayer, tras la victoria del peronismo en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, los gobernadores de Provincias Unidas se reunieron vía Zoom y repasaron cuestiones de gestión y analizaron el nuevo escenario político que se abrió a partir del domingo pasado. 

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