La fiesta se convierte en un verdadero desafío. Desde el servicio de eventos hasta el atuendo perfecto, cada detalle cuenta y cada peso invertido refleja el esfuerzo y las aspiraciones de toda una generación lista para dar el siguiente paso hacia su futuro.

Estos últimos meses del año en Corrientes traen consigo no solo el calor del verano que se acerca, sino también la electrizante expectativa de las fiestas de egresados. Sin embargo, detrás del brillo de los reflectores y la promesa de una noche inolvidable, se esconde una realidad que año tras año impone un desafío monumental a las familias.
Un reciente relevamiento realizado por República de Corrientes ha revelado una cifra impactante: este año, un egresado necesita destinar una inversión inicial que, sumando vestimenta y cuotas de fiesta, roza o supera los $ 800.000 para hombres y mujeres por igual, marcando el inicio de un compromiso económico que se extiende por meses.
La celebración en sí misma es el epicentro de este gasto. Mientras una reconocida empresa de eventos ofrece un paquete básico por unos $ 2500 (un valor que parece desfasado o incompleto respecto a los otros datos), otra compañía presenta un servicio integral que asciende a $ 280.000. Este paquete de ensueño promete una experiencia total: sonido envolvente que eriza la piel, animación ininterrumpida, iluminación espectacular y una decoración de catálogo. Además, incluye una cena exquisita para los protagonistas y una mesa para ocho familiares, consolidando la fiesta como un evento familiar de alta convocatoria. Para muchos padres, este compromiso se paga religiosamente en cuotas desde el inicio del ciclo lectivo, con la esperanza de ver a sus hijos coronar su etapa escolar.
En cuanto al atuendo, para los varones, la cuenta asciende rápidamente: un traje de calidad puede costar unos $ 250.000, sumándole $ 80.000 por los zapatos y $ 60.000 por una camisa adecuada y corbata. Las jóvenes enfrentan una variabilidad aún mayor, con vestidos que oscilan entre los $ 40.000 y los $ 300.000, a lo que se debe añadir el calzado, con precios que parten de los $ 90.000. A esto se suma la preparación estética: un look de maquillaje y peinado profesional para ellas puede rondar los $ 100.000, complementado con servicios como uñas soft gel ($24.000) y pestañas, de entre $ 13.000 y $ 19.000.
Pero la noche perfecta exige más que solo ropa y fiesta. Hay que sumar el transporte para llegar impecables y los accesorios (cadenitas, anillos, pulseras) que complementan el look propio y el de los familiares acompañantes.
Para intentar mitigar estos desembolsos astronómicos, los propios egresados se convierten en emprendedores o venden entradas a puerta a $ 20.000 para recuperar parte de los gastos invertidos. Finalmente, cuando el cansancio de la euforia ha pasado, llega el recuerdo tangible: el combo de fotos impresas, un gasto adicional de $ 60.000, sellando una noche que, aunque mágica, deja una huella profunda en el presupuesto familiar correntino.
Así es como la noche de egresado se convierte en un evento digno de recordar, pero también en una inversión significativa para las familias. Cada detalle cuenta y cada peso invertido refleja el esfuerzo y las aspiraciones de toda una generación lista para dar el siguiente paso hacia su futuro.

