Si bien el último informe señala algunos datos positivos, la venta de cemento en bolsa no para de caer, al igual que la cantidad de empresas constructoras y de empleados registrados en el sector.
Pese a que la actividad económica está complicada en general, el rubro de la construcción es uno de los que viene teniendo un tránsito más caótico y preocupante desde hace tiempo, con índices que se agravaron de manera notoria desde diciembre de 2023.
Ahora, la actividad muestra algunos leves signos de recuperación, pero las cifras siguen siendo alarmantes si se las compara con los registros históricos. En este contexto, el NEA aparece como la región más golpeada, especialmente en lo que tiene que ver con la mano de obra.
El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) publicó el último informe con datos actualizados hasta noviembre, de donde se desprenden varios datos que permiten tener un panorama bastante claro de la realidad que atraviesa el sector.
Uno de los primeros parámetros alarmantes es que se mantiene la caída interanual en el número de empleadores, con un saldo negativo de 1,2 %. Es decir, cada vez hay menos empresas en el país y si bien la caída se desaceleró, la tendencia continúa.
Si se compara con el pico histórico de 2013, el índice se desplomó un 22,8 % y, excluyendo el atípico 2020, este último mes de 2025 se posiciona como el peor de los últimos 20 años.
Cemento
El consumo de cemento marcó un incremento del 7,5 % interanual y, si bien se mantiene en niveles históricamente bajos, superó el mejor registro de 2024 y alcanzó su nivel más alto desde noviembre de 2023. Pero al analizar en profundidad este ítem emerge otro dato desalentador: por cuarto mes consecutivo, los despachos en bolsa se ubicaron en terreno negativo y registraron una caída del 2 % interanual, frente al incremento del 22 % de los despachos a granel. Es decir, el golpe se siente especialmente en este punto en las obras particulares, chicas y medianas mayormente en viviendas.
Con el nivel de empleo pasó algo similar: se dio un repunte a nivel país, pero se mantiene en caída libre en el NEA y en niveles bajísimos si se compara con las últimas dos décadas. El total de puestos registrados alcanzó los 358.990, lo que representó un incremento mensual del 0,7 %. Cuando se contrasta con igual mes del 2024, el registro de ocupación marcó una expansión del 0,9 %, consolidando así 6 meses consecutivos en terreno positivo.
Igualmente, el nivel permanece un 11,3 % por debajo del promedio histórico y aún se encuentra distante de los máximos alcanzados en los ciclos expansivos recientes de 2022 y 2023.
El desempeño territorial del empleo sectorial mostró un comportamiento mayormente positivo, con incrementos en 16 de las 25 jurisdicciones analizadas en este Informe. Pero, como viene ocurriendo, el NEA volvió a exhibir el desempeño menos favorable, con una caída del 3,7 %.
En Corrientes, la baja fue del 8,5 %; en Formosa, el 6,5 %; y en Misiones el índice interanual negativo trepó hasta el 24,2 %.
De esta manera, la construcción se mantiene en una situación delicada y persiste un detalle no menor que preocupa a los referentes del rubro: un fuerte contraste entre los grandes distritos y los más pequeños, por lo que aclararon que los datos nacionales muchas veces pueden resultar engañosos y resulta necesario desmenuzar las cifras para entender realmente la problemática.
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